Mil soles esplendidos
El libro está dividido en cuatro partes y en capítulos cortos que agilizan mucho la lectura. La primera parte trata de la infancia de Mariam como paria social por su condición de hija ilegítima, su traumática transición a la vida adulta y sus primeros años de matrimonio. En la segunda parte conoceremos la vida de Laila, hasta que queda huérfana y su destino se une al de Mariam. La tercera parte es la más larga y se van alternando los puntos de vista de las dos protagonistas, comprende los casi 10 años de matrimonio y maternidad compartidos entre las dos mujeres hasta la muerte de Rasheed y de Mariam. En la cuarta parte Laila desde el exilio asiste esperanzada a la declaración de guerra de los Estados Unidos por el ataque a las torres gemelas. El libro termina muy oportunamente poco después de la caída del régimen talibán, entonces Laila vuelve a Kabul para contribuir a su reconstrucción reformando un orfanato con el dinero de una herencia inesperada y vivieron felices y comieron perdices.
Sobrecogedor (una palabra muy de moda) la manera en que Mariam se sacrifica. ¿Pero es que no había otra manera de salir del entuerto? También he sentido rabia por su obstinación, por no querer recibir a su padre cuando acude a visitarla a Kabul y cuyo cariño parece sincero en la carta (pero un poco sobreactuado cuando se despide de su hija en Herat). Muy bueno el golpe de efecto de las dos veces que Mariam firmó un documento en su vida. No me esperaba la muerte de su madre ni creo que esté muy justificada, no así la muerte de los padres de Laila que es previsible si has leído el resumen de la contraportada; sino ¿de que otra manera podría haber terminado Laila viviendo en casa de Mariam?
De los personajes masculinos me ha gustado mucho Hakim, el Babi de Laila, la complicidad que tiene con su hija y la paciencia con su mujer; es un intelectual y un patriota a su manera y sufre el desprecio de su mujer y sus vecinos por no ajustarse al rol sexista que como varón le corresponde. Tal vez el escritor se haya inspirado en su propia madre que es profesora de Historia y Literatura para el personaje de Hakim, que curiosamente sueña con emigrar a California, donde realmente emigró el propio Hosseini. Menos convincente es Tariq, el novio de Laila, es un poco temerario en la escena que se quita la pierna ortopédica y avanza a la pata coja para dar una paliza al pandillero que atormenta a su protegida. No hace falta ser un experto en peleas callejeras para saber que con sólo un punto de apoyo, por mucho equilibrio que tengas y aunque uses la pierna como garrote, estás en clara desventaja.
A lo mejor me ha faltado un poco de compromiso político por parte de Hosseini, pero me ha gustado cómo va narrando la historia de Afganistán paralelamente a la de Mariam y Laila pero sin restarles protagonismo y sin atosigar con fechas y datos. Sin ser demasiado vehemente, menciona de pasada cómo Estados Unidos armó a los mujaidines para que lucharan contra los soviéticos y de esta manera propició la ascensión al poder de los talibanes; pero al ser Rashid, el villano del libro, el que lo dice parece el reproche quedara suavizado. También denuncia el drama de los refugiados, la utilización de minas anti-personas, la indiferencia internacional ante la guerra civil que arrasó el país y que tras el cambio de régimen seguieran los mismos perros con distintos collares:
Laila siente como una herida en el corazón que se haya permitido volver a Kabul a los cabecillas militares, que los asesinos de sus padres vivan en casas lujosas con jardines tapiados, que los hayan nombrado ministros de esto y de lo otro, que viajen impunemente en vehículos blindados por los barrios que ellos mismos arrasaron. Es una puñalada.
A consecuencia de la guerra, tras el atentado de las torres gemelas, el pueblo afgano ha seguido sumido en la pobreza y muriendo en los ataques suicidas de los insurgentes o en los ataques aéreos americanos dirigidos contra un enemigo escurridizo que tiene la mala costumbre de no llevar escrita en la frente la palabra "terrorista". Esta guerra, que viene durando todo lo que llevamos de siglo XXI, es una de las más largas de la era moderna y cuenta con una coalición de casi 50 paises, pues ya lo dejó claro George Bush en su declaración de guerra "Quien no está con nosotros, está contra nosotros".
Mientras tanto, el cuestionadísimo Nobel de Paz Obama ha ordenado el repliegue "total" de tropas en Afganistán para el 2014 y deja tras de sí un ejercito afgano entrenado y equipado para mantener la estabilidad del país.
A pesar del mensaje de esperanza al final del libro, el desafío que tienen por delante las mujeres afganas en inmenso; el analfabetismo, los matrimonios concertados, los altos índices de mortalidad materna y neonatal, la amenaza y la violencia en todos los ámbitos de la vida pública y privada son problemas que tienen su origen en la pobreza pero sobre todo en un orden social arraigado en todas las clases sociales y etnias desde tiempos ancestrales, que por supuesto sigue vigente tras la caída de los talibanes. El feminismo en los países en desarrollo cuenta con la ventaja de que la globalización, internet y las redes sociales juegan a su favor.
A pesar del mensaje de esperanza al final del libro, el desafío que tienen por delante las mujeres afganas en inmenso; el analfabetismo, los matrimonios concertados, los altos índices de mortalidad materna y neonatal, la amenaza y la violencia en todos los ámbitos de la vida pública y privada son problemas que tienen su origen en la pobreza pero sobre todo en un orden social arraigado en todas las clases sociales y etnias desde tiempos ancestrales, que por supuesto sigue vigente tras la caída de los talibanes. El feminismo en los países en desarrollo cuenta con la ventaja de que la globalización, internet y las redes sociales juegan a su favor.
De esta manera expresa la madre de Mariam las fatalidades de las mujeres:
Como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer.
Nana le había dicho en una ocasión que cada copo de nieve era el suspiro de una mujer a la que habían ofendido en algún lugar del mundo. Que todos los suspiros subían al cielo, formaban nubes y luego se deshacían en trocitos diminutos que caían silenciosamente sobre las personas.
Merece la pena recordar dos fenómenos de la naturaleza que las protagonistas aprenden de sus respectivos padres : Las dunas cantan cuando sopla el viento por el roce de los granos de arena entre sí y las nubes grises tienen ese color porque son tan densas que la parte superior absorbe la luz del sol y proyecta su propia sombra sobre la parte inferior.
La frase “Si revelas tus secretos al viento, no culpes al viento por revelarlos a los árboles”, que le dice Laila a Tariq cuando lo pilla fumando en un callejón, es del escritor y pintor libanés Khalil Gibram. Su obra más conocida es El profeta y tiene un estilo mezcla de misticismo, filosofía y poesía similar al de Paulo Coelho. Estas son otros de sus proverbios:
Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores.
No se llega al alba sino por el sendero de la noche.
Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?
Laila hace referencia a un libro que lee su Babi a la sombra de una acacia en el valle de Bamiyán y cuenta la historia de un anciano llamado Santiago que pesca un pez tan grande que no lo puede subir a la barca y lo tiene que remolcar; antes de llegar a la orilla los tiburones se lo han comido. El libro se titula El viejo y el mar de Ernest Hemingway y fue su última obra publicada en vida y la más importante; en ella se aborda el tema de la vejez, la nostalgia, la muerte y la superación personal. Más tarde, Laila compara la impotencia de la población de Kabul ante los bombardeos con la del pescador por no poder salvar el pez de los depredadores. El viejo y el mar comienza así: “Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenían el color mismo del mar y eran alegres e invictos”.
El Valle de Bamiyán a 2500 metros de altitud está en el centro del país y al pie de la cordillera Hindu Kush, que es una prolongación del Himalaya. Al estar enclavado en plena Ruta de la Seda se convirtió en centro cultural y espiritual. Allí se fusionaron diferentes influencias artísticas dando origen a un estilo artístico llamado Greco-Budista. Aunque la máxima expresión de este arte fueron las tristemente famosas estatuas de Buda, antes un motivo de orgullo patrio y ahora de vergüenza, existen además en el conjunto arqueológico de Bamiyán monasterios y santuarios budistas, edificios fortificados del período islámico; y tambien hay un laberinto de cuevas escavadas en la montaña que fueron las viviendas y capillas de los monjes budistas, en cuyas paredes están las pinturas al óleo más antiguas del mundo. Actualmente restauradores y arqueólogos de distintos países tratan de reconstruir uno de los Budas gigantes a partir de una montonera de cascotes de piedra y estuco, no sin antes haber limpiado la zona de minas y proyectiles sin explotar. El Valle de Bamiyán fue incluido por la UNESCO en el 2003 en la lista de los Patrimonios más amenazados del mundo, pues, aparte de la fragilidad de los propios materiales, ha sido objeto del vandalismo, el saqueo y el ataque de los talibanes, del ejército mogol de Genghis Khan y otros invasores.
Hay dos expresiones que aparecen en el libro que están muy cargadas de significado: una es inshalá, si dios quiere (“tendrás otros hijos, inshalá”, “volveremos a Kabul, inshalá”) se usa mucho en árabe cuando se habla en futuro, y también castellano aunque mucho menos (Hasta mañana, si Dios quiere). Porqué si nos veremos mañana o no depende de la voluntad de Dios (quien dice Dios, dice Destino). Es un gesto de humildad y de reconocimiento de que hay otras fuerzas que no controlamos que rigen nuestras vidas. También aparece alhamdulelá gracias a Dios, que se dice como muletilla y amuleto después de decir algo bueno o en ausencia de algo malo (este año no he cogido la gripe, gracias a Dios). Muchos en vez de decir "gracias a Dios", decimos "por suerte" o tocamos madera o nos disculpamos (ahora por decirlo seguro que pillo la gripe). Porque parece que con sólo decir algo malo estamos desafiando al destino, estamos provocando que suceda eso que tanto tememos y desaparezca nuestro estado de gracia. De manera que sentimos una necesidad de neutralizar el poder de nuestras palabras, y deshacer el hechizo. Quién no ha oído alguna vez la expresión “Eso te pasa por hablar”. En castellano igual que en árabe tenemos muchas expresiones con Dios, algunas muy graciosas si se piensa en ellas de manera gráfica ¡Que Dios nos pille confesaos! , ¡que baje Dios y lo vea!, me como a Dios por un pie, ¡Aquí no hay ni Dios!, le ha venido Dios a ver, vivir como Dios, se armó la de Dios ( o la de Dios es Cristo), me cago en Dios o a Dios rogando y con el mazo dando.
Laila y Majnun son los Romeo y Julieta de la literatura islámica. La historia, que se remonta a la tradición oral de los pueblos nómadas árabes, ha inspirado numerosas versiones. La más famosa de ellas la de Nizami, el más grande poeta romántico de la literatura persa. Cuenta los amores prohibidos de Laila (que significa nocturna) y Qais (al que llamaban Majnun que es loco, poseso). También ha servido de inspiración para películas, pinturas y canciones. Eric Clapton puso música a unos versos del poeta Nizami en I´m yours y se inspiró en esta antigua historia para su tema Layla, por el que se nombraron a miles de niñas y que comienza con unos de los acordes de guitarra más famosos de la historia del Rock.
El autor describe con mucho detalle una experiencia cercana a la muerte:
Breves estallidos de luz cegaron sus ojos, como estrellas plateadas que explotaran junto a ella. En la luz vio extrañas formas geométricas, gusanos, objetos con forma de huevo que se movían arriba y abajo y de lado a lado, fundiéndose unos con otros, separándose, transformándose en otra cosa antes de desvanecerse, dando paso a la negrura.
Esta especie de alucinaciones se llaman fosfenos, son un síntoma de la asfixia. Se aparecen por otras causas como problemas en la vista o como consecuencia de un golpe en la cabeza, por eso decimos que hemos visto las estrellas. También son fosfenos las lucecitas que seguimos viendo después de habernos sacado una foto con flash o de haber mirado al sol.
Columbia Pictures tiene los derechos cinematográficos de la novela, que será estrenada en 2015. Actualmente Steven Zaillian, guionista de Despertares o La lista de Schindler, está escribiendo el guión y probablemente también sea el director.
Columbia Pictures tiene los derechos cinematográficos de la novela, que será estrenada en 2015. Actualmente Steven Zaillian, guionista de Despertares o La lista de Schindler, está escribiendo el guión y probablemente también sea el director.
Y después de los dos últimos catálogos de tragedias individuales y colectivas que han sido Mala gente que camina y Mil soles espléndidos, nos apetece para la próxima lectura un libro un poco más liviano.
Mañana nos reuniremos por última vez en el templete de la Plaza de la Solidaridad a las 10:15 y después en lunes alternos a la misma hora lo haremos en el Centro Cívico que hay más espacio y hace menos frio, inshalá.
Me ha gustado mucho,aunque es un libro muy duro, aunque ya conocia algo sobre la vida de las mujeres en este país al leer este libro he profundizado más en lo poco solidarias que somos las mujeres que tenemos la suerte de vivir en ESPAÑA. Cada día me interesa más conocer otras culturas y poder ayudarlas, en mi casa trabaja una mujer marroquí y la verdad es que estoy encantada, es una joven con una vida muy dura, que está intentando abrirse camino y entre varias amigas hemos conseguido que trabaje, viva mejor y se vaya integrando en nuestro país.ISABEL